lunes, 23 de julio de 2012

Todo el que sube terminará bajando.

Apuntes del mensaje a cargo de Joan Galcerá el domingo pasado.

Deuteronomio 26.

El libro de Deuteronomio pone en evidencia la centralidad de la Palabra de Dios en la nación de Israel, tanto a nivel individual como colectivo.
La antorcha de la Revelación de Dios nos ha sido traspasada a nosotros, su iglesia, en nuestros días. Por lo tanto debemos aprender de estas palabras para no cometer los mismos errores.

Dios resiste la soberbia. Es el pecado que ya se.pone de manifiesto en el Edén. No importa quien la practique, aunque sea su propio pueblo, Dios confrontará todo aquel que se levante por encima de los demás.

Un buen remedio contra nuestra soberbia es la verdadera adoración. La que reconoce a Dios como dador y Señor de todas las cosas. Porque nuestra vida,con todas sus bendiciones y maldiciones, depende del cumplimiento de esa Palabra que sale de la boca de Dios. El israelita que adoraba debía de recordar que todo, incluso la tierra que pisaba, les había sido dada. Porque debían a Dios incluso su identidad. Debían humillarse en su presencia pues ciertamente no tenían nada de lo que jactarse.

La esencia de la idolatría es erguirse por encima de Dios qubrentando su mandato y su consejo. David sufrió las consecuencias de su idolatría. Cuando deseó a Betzabé, o cuando decidió censar el pueblo de Dios como muestra de suficiencia delante de Dios. Debemos aprender pues que nosotros nunca nos podremos ensalzar por mucho empeño que pongamos en ello. Solo mediante nuestra humillación Dios podrá hacerlo en su justa medida y a su debido tiempo.

sábado, 7 de julio de 2012

Los cronocrímenes

Los cronocrímenes (2007) http://imdb.com/rg/an_share/title/title/tt0480669/

Interesante vuelta de tuerca al clásico de la máquina del tiempo. A menudo no tenemos en cuenta que el tiempo también fue creado.

viernes, 6 de julio de 2012

¿Neumáticos metrosexuales?

Escuchado en otro curso de formación técnica sobre neumáticos Pirelli: “Todos los neumáticos de gama alta Pirelli salen depilados”. (Pues sí, ya era hora que alguien se diera cuenta. Con el glamour que tienen nuestros neumáticos).

De narices

Como 10.0000 gotitas de agua (y a saber qué) son expulsadas a una velocidad de 46 metros por segu durante un extornudo. (Mi mujer y mis hijos lo saben bien, a ver, soy rinítico).

domingo, 1 de julio de 2012

Semillas

Del sermón escuchado esta mañana en la iglesia:

- Parece que el mensaje predicado en nuestras iglesias no produce siempre el fruto esperado.
- No es cuestión de elocuencia ni palabras. A veces una sola palabra adecuada dicha a tiempo da más fruto que muchas que no vienen a cuento y a destiempo.
-  Otro factor importante es la cercanía. Es necesario que aquellos que nos escuchan cuando predicamos sean lo menos extraños posible. Deben percibir que nuestra enseñanza no es interesada ni circunstancial, sino altruísta e íntegra, consecuencia de una verdadera vocación de servir y bendecir en nombre del Señor Jesucristo.
- El apostol Pablo hablaba a sus hermanos "Como un padre a sus hijos". Así de íntima y de estrecha debe ser la relación de aquel que ministra a sus hermanos.
- Hechos 20:20. Aquí vemos como el apóstol Pablo enseñaba lo mismo en todas partes. Su testimonio en las casas y en la iglesia era el mismo, no había doblez. El ministerio.de la palabra formaba parte de su vida.
- Salmos 23:1-4. Si recibimos tanto del Señor a Diario, cómo no vamos a compartir con los demás tanta bendición. Si del Señor recibimos, del Señor debemos ofrecer. Pero para ello es necesario que vivamos en comunión con el Señor. Pero para ello es necesario que le adoremos de corazón, que le seamos agradecidos, y que le obedezcamos.
- Hebreos 13:20. No hay palabra como la de nuestro Señor. Por eso debemos estar siempre dispuestos a escucharle y a transformar nuestro entendimiento. No puede ser de otra forma si Él nos ha salvado, redimido a tan alto precio.

Cómo me duele la bankia

Sigo sin entender por qué hay que "rescatar" a aquellos que abandonan en la calle a familias enteras, se quedan con sus viviendas y los condenan de por vida a pagar deudas astronómicas que ellos mismos, los bancos, han creado. Señores politico-banqueros, su concepto de humanidad no es el mismo que el mío.